domingo, 15 de junio de 2008

La educación de las hadas

- ¿Cómo se las reconoce?
- ¿A quién?
- A las hadas, ¿cómo se las reconoce?
- Depende.
- ¿Depende de qué?
- De uno.
- Todas las chicas que conozcas pueden ser hadas.
- ¿Pero cómo puedo saber si es o no? ¿Tengo que pedir tres deseos para ver si funciona?
- Por ejemplo.
- Pero si no funciona pareceré un gilipollas.
- No, pareces un gilipollas cuando repites las palabrotas que dice Narcis.
- ¿A partir de qué edad pueden ser hadas las chicas?
- 18, 20
- ¿Has conocido a muchas?
- Bueno, no lo se, tampoco van por ahí diciendo "soy un hada, soy un hada".
- ¿Por qué no?¿Tiene algo de malo?
- No. Muchas chicas son hadas pero no saben que lo son. La verdad es que todas pasan mucho tiempo sin saberlo. Es que es un trabajo tremendo, y cuando terminan se olvidan de todo. Quedan amnésicas. Entonces para que empiecen hay que ayudarles. Hay que hacerles preguntas. Cosas como las que te preguntan todo el tiempo en el cole. A eso se le llama educar a las hadas.
- ¿Educar a las hadas?
- Sí, claro. Cuanto más aprendan mejor. Así recuerdan lo que tienen que hacer.
- ¿Sigue valiendo lo de agarrarse a un árbol para entrar en contacto con ellas?
- Claro.
- ¿Pero cómo se las reconoce?
- Por las cicatrices
- ¿Qué cicatrices?
- Las de la cara. Tienen que pensar mucho para salir de la amnesia, concentrarse. Y para eso se rascan las mejillas, tanto tanto que se hacen heridas.
- Son gilipollas.
- Raúl, ¿que te dije?
- Perdón, perdón. ¿Entonces yo podría hacerme amigo de un hada y pedirle algo?
- Claro. ¿Qué te gustaría pedirle a un hada?
- Eso no es asunto tuyo.


La educación de las hadas.

2 comentarios:

Extraterrestra dijo...

que bonitooo *_*

Anónimo dijo...

Me encanta esa película!

Fuimos al cine a verla una amiga, un amigo y yo.......

Teníamos la sala entera para nosotros, para disfrutar de esa preciosa película...

Besos!

Rote Ziege