lunes, 6 de octubre de 2008

Firmin

La verdad es que nunca he estado bien de la cabeza. Lo que pasa es que yo no ataco molinos de viento. Hago algo peor: sueño con atacar molinos de viento, estoy deseando atacar molinos de viento y a veces imagino que he atacado molinos de viento. Molinos de viento o molinos de cultura -digámoslo de una vez-, los más deleitables e inasibles de los objetos, trituradoras eróticas, molinitos lascivos de lujuria, factorías carnales de raros goces, fantasilandias de fornicadores frustrados, cuerpo mismo de las Beldades. Y, al final, ¿cuál es la diferencia? Una causa perdida es una causa perdida. Pero no voy a obsesionarme con esto ahora. Ya me obsesionaré más tarde.


Firmin - Sam Savage

3 comentarios:

m a r i e dijo...

Una causa perdida es una causa perdida. Pero no voy a obsesionarme con esto ahora. Ya me obsesionaré más tarde.


muy bueno,,

Irrelevante dijo...

dinamita!

ana dijo...

:* lauu

^^